España fue en su día un referente mundial en el desarrollo de videojuegos. Sí, has leído bien, España lo fue gracias a unos pocos locos aventureros que se arriesgaron para crear proyectos con los que dar vida a multitud de juegos que se hicieron famosos en nuestro país, pero también fuera de él. Pero no duró. Y no lo hizo por que en ningún momento se llegó a apoyar realmente a lo que podría haber sido una incipiente industria.
Desde entonces hemos tenido casos puntuales que aguantaron más o menos tiempos (muchos recordaréis a Dinamic o Pyro Studios). En la actualidad, parece que la cosa se vuelve a animar con la aparición de numerosos estudios independientes, la mayoría de gente amateur con grandes ideas y sueños, pero también con la apertura de oficinas de grandes empresas de videojuegos en España. Es el caso de Ubisoft, King o Electronic Arts (bueno este caso no sirve, ya que su oficina española está especializada en QA, no en desarrollo). A parte, hay prometedores estudios en alza, como Tequila Works, Novarama o The Game Kitchen entre otros.
La pregunta es: ¿por qué en 2019 España no cuenta con referentes nacionales realmente potentes dignos de compararse con estudios de otros países? La respuesta: Es un suicidio. Una aventura épica solo disponible para los más aguerridos y locos profesionales y/o empresarios. No existe ningún tipo de ayuda real, no hay una promoción real (de las de verdad, no de las de salir un rato en las noticias de TVE para hacer el postureo de que se apoya a nuestros desarrolladores).
Y bien, ¿por qué digo que España debería fijarse en Noruega? Como la mayoría sabe llevo desde 2007 muy vinculado a este país y a su sector de los videojuegos. Primero como empleado en Funcom (Age of Conan y The Secret World) y desde 2013 con Megapop Games (Trolls vs Vikings 1 & 2, Meganumbers y pronto Haxity) tanto como empleado como accionista.
Bien, hoy el ministro de cultura noruego, Trine Skei Grande, ha anunciado hoy la nueva estrategia de su gobierno para la industria de los videojuegos noruega. Esta implica cambios sustanciales con respecto a las acciones que ya se estaban llevando a cabo (y creedme cuando os digo que están a años luz de lo que se hace en España). Entre ellas destaca duplicar las ayudas de aquí a 2022 y centrarse en los estudios de desarrollo profesionales.
Parece ser que en Noruega se han dado cuenta que está muy bien lo de apoyar con premios y subvenciones a estudios independientes y a títulos bonitos y llamativos. Pero, eso no está funcionando a largo plazo. Han llegado a la conclusión de que si quieren realmente potenciar su industria deben asegurarse que las ayudas sirvan no solo para publicar videojuegos, sino para potenciar el desarrollo profesional de los estudios para que terminen siendo rentables. Y es que un estudio rentable, que genera una facturación suficiente, crece, y si crece necesita contratar a más trabajadores, formar a más personas. Ergo, termina beneficiando en el tejido productivo del país.
Así que si algún día tenemos un gobierno en España que realmente tome conciencia del potencial del sector de los videojuegos y quiera que España pueda ser un actor a tener en cuenta debería tomar nota de nuestros amigos de Noruega. Aquí normalmente cuando pensamos en ayudas nos vienen a la mente las subvenciones con objetivos a corto plazo. No se trata de que nos den un cheque, sino de asegurarse que ese cheque sirva de verdad a largo plazo. No queremos que gente que se ha dejado la piel y sus sueños consiga lanzar su juego para que luego tengan que cerrar su proyecto por no saber gestionar su negocio. Necesitamos una estrategia integral a varios años vista con objetivos a corto, medio y largo plazo. Supongo que esperar algo así del ministerio de cultura de España es propio de la ciencia ficción.
Al final, uno mira con envidia a países como Noruega, pero luego se da cuenta que como en España no se vive en ningún lugar. Ojalá llegue el día en que los desarrolladores españoles puedan desarrollar su trabajo, generar bienes para la sociedad y tener una vida digna en el mejor país del mundo para vivir (Y si no que se lo pregunten a los noruegos que no dejan de venir todos los años a nuestras costas).
¿Qué opináis? ¿Créeis que en España podremos llegar a articular una verdadera industria de los videojuegos?
Podéis leer el informe completo de la nueva estrategia de Noruega aquí. (Está en noruego, pero con Google Translator se hace un apaño).